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Los niños se comienzan a desarrollar en la cultura y las costumbres de su entorno entre los 3 y 6 años de edad, participando en así en la comunidad.
Aprende ejercicios constructivos para los niños, con un valor personal y psicológico, que les ayudará a implicarse en diferentes trabajos con un propósito, formando así su personalidad.
En este curso vamos a preguntarnos quién es el niño de esta edad y qué necesita para un desarrollo pleno desde la perspectiva Montessori.
Contenido audiovisual
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5 unidades
Certificado de finalización
+ de 20 artículos
Acceso durante 60 días
Acceso desde cualquier dispositivo
Reflexionar sobre los principios teóricos que sustentan al área.
Conocer e identificar las áreas de vida Práctica.
Reflexionar sobre la importancia del área de vida práctica a partir de esta etapa.
Conocer algunas presentaciones llevadas a cabo en el área de Vida Práctica.
Identificar la secuencia de ejercicios que conforman Vida Práctica.
Identificar los aspectos principales para la implementación de esta pedagogía.
Los ejercicios de Vida Práctica tienen relación con la cultura y las costumbres del ambiente que rodea al niño, esto le permite participar en su comunidad.
Aportan al niño una ayuda para su crecimiento y desarrollo, ya que son de las primeras actividades que el niño realiza en el ambiente preparado. Se apoyan en su mente absorbente y están enfocados a satisfacer sus intereses naturales y sus principales necesidades de desarrollo.
Los ejercicios de Vida Práctica tienen para el niño un valor psicológico y personal. Son constructivos, no solamente porque enseñan una actividad con propósito, sino porque favorecen el desarrollo interno del niño.
El resultado de estos ejercicios no es lo primordial para el niño, sino el proceso, pues son actividades que enriquecen su vida. Al realizarlos, el niño actúa conforme al interés de la vida misma, lo que le conduce hacia el orden y el perfeccionamiento.
Esta necesidad vital y esta fuerza del niño que le lleva a implicarse en un trabajo con propósito se desempeña bajo la jurisdicción de los elementos físicos y psíquicos, que se expresan en función de la personalidad del niño y que parten del desarrollo de su voluntad.
Esto inicia su estructura bajo el fortalecimiento de los movimientos voluntarios, los cuales se traducen en movimientos ordenados que se encuentran dirigidos por la mente hacía un propósito inteligente, íntimamente relacionado con la formación de la personalidad.
Este curso está dedicado a todos aquellos que desean contribuir al desarrollo del niño, y para esto una de las herramientas más valiosas que podemos darle es el logro de su independencia.
Este curso es de interés para familias y educadores ya que puede aplicarse en diferentes ámbitos, como el hogar, escuelas, guarderías, ludotecas, etc.
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